El Anticuerpo al CoVid19 se llama “Antifragilidad”

Cuando la Resiliencia no es suficiente para enfrentar la “Tormenta Perfecta” aparece la Anti-fragilidad

Autor: Ing Miguel Trobat

Continuando con el aporte a las Empresas que queremos hacer desde AVPS a esta situación muy difícil que nos toca vivir y complementando los post anteriores de la Tormenta Perfecta y el Decálogo del Día Después, queremos ahora remarcar que Resiliencia no es únicamente crear planes de contingencia. Resiliencia es tener desarrollada una capacidad de resistencia y recuperación, donde la adaptación se aplica por necesidad.

Descripción: Resiliencia y coronavirus lecciones para la empresa

Cuando hablamos de Resiliencia en empresas, consideramos:

Flexibilidad

La flexibilidad la conseguimos si estandarizamos y definimos procesos, y además formamos a nuestros empleados y desarrollamos una cadena de suministro flexible con nuestros proveedores.

Redundancia

Redundancia, eslabones críticos dentro de la cadena de valor.

  • Tener backups, stocks críticos.
  • Trabajar con una estrategia de multiproveedores que nos ayude a aumentar nuestra capacidad de adaptación.

Cultura

Una cultura empresarial que favorezca la resiliencia tiene 3 principales características:

  • Empoderamiento de los trabajadores
  • Pasión por el trabajo
  • Comunicación y transparencia tanto interna como externa hacia los clientes. Estas dos características son claves para afrontar momentos disruptivos pues nos ayudan a crear sinergias y desarrollar otras habilidades.

La Antifragilidad va más allá de la resistencia o la robustez, el resiliente resiste los choques y permanece igual, el antifrágil mejora. Si lo trasladamos a un contexto sanitario, un ejemplo de antifragilidad es el funcionamiento de nuestro sistema inmune. Gracias a él, cuando superamos un virus, creamos anticuerpos que nos hacen mucho más fuertes que antes.

La antifragilidad es un concepto, que se conoce como la habilidad de salir fortalecido después de superar un momento de crisis (Nassim Nicholas Taleb). La antifragilidad es más que resiliencia o robustez. Lo robusto aguanta los choques y sigue igual; lo antifrágil mejora. Esta propiedad se halla detrás de todo lo que ha cambiado con el tiempo: las revoluciones, la innovación tecnológica, el éxito cultural, la supervivencia empresarial, las buenas recetas de cocina, el ascenso de ciudades, las bacterias resistentes incluso nuestra existencia como especie.

En busca de la Antifragilidad

Lo antifrágil se puede enfrentar a los Cisnes Negros. El primer paso para llegar a la antifragilidad consiste en reducir lo desfavorable antes de aumentar lo favorable; por decirlo de otro modo, consiste en reducir la exposición a Cisnes Negros negativos y dejar que la antifragilidad natural actúe por sí sola.

El cerebro humano está condicionado para predecir el cambio. Solo es capaz de predecir el cambio de una forma básicamente lineal, mayoritariamente.

El cambio en el entorno contemporáneo, no es recto. Por eso, la capacidad de adaptación es esencial para el ser humano. Lo es especialmente para las empresas.

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El concepto de solidez o robustez aplicado a una empresa, se supone que es lo opuesto a la fragilidad. Pero, lo robusto no es lo opuesto a lo frágil. Lo contrario de lo frágil es lo “antifrágil”. Es sostener el crecimiento con el desorden, la volatilidad y la incertidumbre.

Recursos aplicados al cambio

Invertir este tiempo y medios en actividades que ayuden a nuestra estructura a adaptarse al cambio. Desarrollar eventos simulados de escenarios con evaluaciones asimétricas de exposición al riesgo. Generar entrenamiento y evaluaciones.

. Flexibilidad

No es el momento del “eso siempre ha funcionado así”. No en un entorno tan cambiante donde las cosas pueden dejar de “funcionar así” de una semana a otra. La flexibilidad está muy relacionada con el ánimo, la tolerancia, y el aceptar nuevas ideas, hechos o situaciones distintas

. Tecnología

La tecnología es un medio. Cualquier tecnología requiere de planificación, talento y colaboración para implementarla con éxito en una empresa. Planificar como utilizar la tecnología en la empresa, nos asegura a conseguir los objetivos.

. Apertura de mente

El directivo tiene que estar involucrado a los cambios. Es muy probable que, en estos tiempos de cambio, surjan desde el interior o fuera de la estructura nuevas ideas, iniciativas, alternativas o propuestas.

El directivo tiene que tener permeabilidad y sentido crítico para poder evaluar estas propuestas y arriesgarse si pueden aportar valor a su empresa.

“Evitar que ocurran errores pequeños, nos lleva a errores más grandes”.

. Nuevos productos o nuevos nichos de clientes o nuevos negocios o …

Es el momento de pensar cómo ha cambiado el día a día de mis potenciales clientes. ¿Cómo es su día a día ahora? ¿En que podría ayudarles con mi producto o servicio? ¿Dónde les puedo aportar valor?

Los cambios hacen que el día a día como empresa cambie, pero el foco debe de estar en cómo ha cambiado el día a día de mis clientes o potenciales clientes.

En estos momentos de alta volatilidad e incertidumbre es donde testeamos nuestro sistema inmune, las defensas, nuestro equipo, nuestros supuestos. El objetivo es generar más capacidad para atravesar las crisis, resistencia, adaptación y flexibilidad a los cambios, descubriendo oportunidades difusas y de valor para el crecimiento futuro.

Podemos concluir desde esta visión que nos encontraríamos con empresas frágiles que caen a valores negativos, las robustas que no logran levantar, las resilientes se levantan y mantienen y las que si pueden salir adelante con rentabilidad serían las “antifragiles”.

“La lógica del cisne negro hace que lo que no sabemos sea más importante que lo que sabemos”

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