Contexto actual
Los nuevos modelos nos van llevando a Empresas más abiertas, más flexibles y más dinámicas debido a emergentes dados por ecosistemas en redes de valor que vendrían a reemplazar a las cadenas de valor donde se eliminan límites, la tecnología, economías de valor con servicio y la circularidad son emergentes de reputación competitivas de las organizaciones.
Donde las Organizaciones deben ser replanteadas para eliminar silos que ponen límites que restringen la flexibilidad, el poder de respuesta y de la “urgencia” se ven afectados. Son menos adaptables a los nuevos estándares, que no solo se ven exigencias en mercados internacionales, sino también para poder competir en el mercado local y regional, todo esto nos refleja la necesidad de cambio hacia otros modelos Gestión Organizacional.
Requiere Entornos Sistémicos y Dinámicos
En el panorama industrial actual, las organizaciones enfrentan una realidad que no pueden perdurar inmutable (cualidad de aquello que no cambia). Solo aquellas que logran crear y mantener entornos sistémicos y dinámicos pueden asegurar su supervivencia y crecimiento sostenible. La interconexión de procesos, la adaptabilidad continua y la capacidad de respuesta rápida se han convertido en elementos críticos para el éxito.
Las empresas tradicionales que operan con estructuras rígidas y procesos lineales están siendo desplazadas por organizaciones que abrazan la complejidad sistémica y la agilidad dinámica. Esta transformación no es opcional, es una necesidad imperativa para mantenerse competitivo en mercados cada vez más volátiles e interconectados.
Características Esenciales de los Entornos Empresariales Modernos:
- Sistémico: Integración holística de todos los componentes organizacionales donde cada elemento influye y es influido por los demás. Los procesos, tecnologías, personas y estrategias funcionan como un ecosistema interconectado que maximiza la eficiencia y minimiza las fricciones internas.
- Dinámico: Capacidad de adaptación continua y respuesta “con sentido de la urgencia” (ágil) a los cambios del mercado. Las estructuras flexibles, la toma de decisiones descentralizada y la innovación constante permiten a la organización evolucionar rápidamente ante nuevas oportunidades y desafíos emergentes.
La convergencia de estos dos elementos crea organizaciones resilientes capaces de anticipar cambios, adaptar estrategias en tiempo real y mantener ventajas competitivas sostenibles. Las empresas que dominen esta dualidad sistémica-dinámica liderarán la próxima era de transformación empresarial.
Al contexto Sistémico que conocemos muy bien por haberlo empezado a aprender y practicar desde los 90, le debemos sumar el emergente dinámico de los tiempos que corren:
- Cambio Constante: Un entorno dinámico se caracteriza por el cambio continuo y a menudo impredecible. Las condiciones no son estáticas, sino que evolucionan rápidamente.
- Turbulencia e Incertidumbre: La turbulencia se refiere a la intensidad y la velocidad de los cambios, mientras que la incertidumbre se relaciona con la dificultad de predecir la naturaleza y el impacto de esos cambios.
- Novedad e Imprevisibilidad: Surgen nuevos factores y eventos inesperados que pueden tener un impacto significativo en el sistema.
- Interacción Compleja de Fuerzas: Múltiples fuerzas (tecnológicas, económicas, sociales, políticas, regulatorias, etc.) interactúan de maneras complejas, generando cambios no lineales.
El ámbito empresarial actual puede conceptualizarse como un sistema complejo y en constante flujo, donde las empresas están inmersas en una red de relaciones interdependientes con clientes, proveedores, competidores, reguladores, la sociedad, la tecnología, la ecología etc. Este sistema está además sujeto a cambios rápidos, intensos e impredecibles impulsados por múltiples factores interconectados.
La pregunta sería ¿Por qué la combinación del emergente Dinámico al Sistémico es lo más Adecuado para la supervivencia de las Empresas de la Actualidad?:
En realidad, no es que sea el “más adecuado” en términos de ser el más fácil, sino que es la realidad en la que operan las empresas hoy en día. La globalización, la revolución tecnológica, la creciente conciencia social y ambiental, y la interconexión digital han creado este tipo de entorno. Estas mega tendencias han venido para quedarse y para tener éxito en este entorno, las empresas deben adoptar enfoques que reconozcan y adapten a su naturaleza la parte Sistémica y la Dinámica.
Para que esto suceda hay que ponerse en “ON” y para ello un buen consejero es el Management Japones que viene demostrando que es la Tecnología de Gestión que más se ha ido adaptando a cada época, el más efectivo y viene perdurando sobre todas las demás desde que uno tiene uso de razón (80/90) para acá, por ello es la más recomendada. El ADN del Nippon Production System (NPS) con resultados de Excelencia a nivel mundial, es la que se difunde como el Sistema Japones de producción (NPS), también conocida como Lean Management con los antecedentes de Toyota, Honda, Sony, Nissan, Kyocera, Denso, Nippon Steel, Mitsubishi, Panasonic, Kobe Steel, Yamaha, Mitutoyo y tantas otras.
Es el modelo que inspiró a toda Asia, el éxito japonés no quedo en Japón. Recuerdo a fines de los ’90 estudiando en el Chu San Ren de Nagoya semana tras semanas algún maestro (sensei casi todos ellos) viajaban a asesorar y capacitar compañías en China, Taiwán, luego vino Corea del Sur, posteriormente India y el sudeste asiático repitieron el proceso no hace mucho tiempo hasta la actualidad. De manera tal que los logros actuales de estas economías que están en los 1ros niveles no es solo escala, mano de obra barata, sino que tuvieron el ADN del método japonés para insertarse en un mundo altamente competitivo. En definitiva, Japón fue el creador del modelo de producción que habilitó a muchos países de Asia a jugar hoy en “grandes ligas”.
El modelo que tenga el ADN japonés es el más acorde a la hora de generar entornos sistémicos y dinámicos que nos permitirá lograr atributos más robusto competitividad. De esta manera podremos crear organizaciones industriales acordes a las necesidades, siguiendo principios que potencian a las Personas, el Talento y la Gestión Organizacional que le van a dar forma a u nivel de Liderazgo superior al conocido. Por su capacidad de guíar estratégicamente, facilitadores de formación y conocimiento, que inducen a la innovación, creadores de hábitos y cultura de anticipación y mejora continua sostenida en el tiempo.